La ruta parte del pueblo de Almaraz a donde llegamos por la carretera de los infiernos, y tomando un camino debidamente señalizado en un estado lamentable por las lluvias y el paso de tractores, se llega hasta el Duero el cual ya transcurre encajonado entre altas paredes de granito.
Antes de llegar a la cascada se pueden contemplar los restos de un antiguo poblado minero, en un estado muy ruinoso y tras cruzar a pie un pequeño puente de madera se llega a la cascada, que hoy presentaba un aspecto precioso por la gran cantidad de agua que bajaba.
A continuación se pueden ver unas cuantas fotos que hicimos y unos vídeos de la zona.
Entre la primera y la segunda cascada hay una galería excavada en la roca por la que baja también agua. Para llegar hasta ahí hay que escalar por las rocas teniendo precaución de mirar bien donde pisamos ya que es algo peligroso por lo escarpado del terreno y la pendiente que presenta.
El mapa de la ruta es el siguiente, no tiene pérdida ya que una vez en Almaraz la ruta está señalizada y ante cualquier duda la gente del pueblo conoce perfectamente el camino y pueden darnos indicaciones.
Aproximadamente 50km, en una mañana soleada pero bastante fría y ventosa lo que dificultaba la marcha.
